Make Ecuador Great Again (o cómo me volví Trumpista criollo)
Los últimos días he leído en nuestro albañal particular que son las redes sociales (si, también las disfruto, y son nuestra fuente artificial de dopamina, como lo dice A Perfect Circle), he visto como ciertas personas, desde Latinoamérica, proponen un candidato “como Trump” o “apoyan a Trump”, desde estas tierras ecuatoriales. Eso es perfectamente válido. De hecho exponerse a información que no te guste y te moleste (lo que sí sucede, en mi caso), es uno de los costos accidentales más legitimos de la democracia: pone tus ideas en confrontación y te obliga a afinar los argumentos, además de detectar falacias y errores.
Por esa razón, amigos míos (amigas no ni amigues porque para estos efectos eso es parte del feminazismo que rompe nuestras sociedades), quiero dejar algo en claro: Soy un Trumpista Latinomericano. He visto la luz. Ustedes estaban equivados.
Make Ecuador Great Again.
Creo que en la cruzada contra las mafias pedófilas de Epstein y el Pizzagate, nuestro naranja y valeroso líder emprende una cruzada para reestablecer la Ley y Orden en unas tierras azotadas por el progresimo-feminazi-socialista-pagadoporGeorgeSoros-globalista, visibilizadas por el Estado Profundo. Creo que sus frases, son simplemente mal interpretadas, y que son noticias falsas, creadas por su opositores políticos.
Mientras ustedes estaban refugiados en sus casas comiéndose la corrección política, yo estoy poniendo la cara contra el globalismo internacional. Y lo pongo en un blog, porque esto si es información de verdad, verificada por el whatsapp de mis primos.
Les quiero demostrar porque Trump es nuestro Presidente ideal:
- Tuvimos uno igual y tiene todavía un montón de fans y andabamos muy felices: en ese sentido el estándar de político “macho alfa, lomo plateado”, que el ecuatoriano asume (asumimos) como el modelo ideal de político tiene a mi Presidente Trump como el héroe que nos merecemos. Los académicos (esos de las universidades tomadas por los ANTIFA y las brujas abortistas) lo explican clarísimo:
“estos hábitos mentales y morales comunes de la ciudadanía son inadecuados o mal adaptados a las necesidades de la gobernabilidad […] el defecto de la cultura cívica se vincularía a una incapacidad para asimilar, poner en práctica y comprender los valores, creencias e ideas que constituyen el espíritu de la modernidad […]”. (Bustamante, Fernando. 1984. “La ideología de los partidos políticos ecua-torianos vista a través de su discurso”. En El Ecuador en las urnas: lucha social, lucha política, editado por Luis Verdesoto, 151–181. Quito. ILDIS)
Mi líder Trump sólo tiene que aplicarse: usando valores dizque tradicionales, rechazando cualquier idea nueva (por progre) cualquier defensa de derechos (por jipi) y cualquier otra idea (porque no es de el), y lo más seguro es lo seguir.
2. Los ecuatorianos amamos la violencia verbal, física y emocional como parte de nuestra política. Admiramos a nuestros políticos por los excesos verbales que tienen. Los hacemos héroes. Los bajamos a nuestro albañal, cuando Lincoln (que es un presidente que ni le llega a los pies de mi líder), ha planteado la tontería que debemos buscar los mejores ángeles de nuestra naturaleza.
Mil lider Donaldo tiene el mejor lugar para ejercer su manera de hacer gobierno en Ecuador: una población violenta, con políticos violentos, que hacemos política violenta. El último periódo solo nos preparó para la gloria del autoritarismo-médiatico-washandwear. Quien necesita respuestas, si es el mejor gobernante ever, que tiene los amigos más democráticos del mundo?
3. Los ecuatorianos odiamos al diferentes (y eso a Trump le gusta). Resulta que la confianza interpersonal, y en consecuencia la capacidad de radicalizarnos y polarizarnos; es la mejor manera de conseguir vostos y una victoria electoral. Mi líder Trump tendría un informe de sus científicos (no esa que es un baluarte de los enemigos del pueblo ecuamericano), que le darían los siguientes datos:
a. Si se toma la confianza interpersonal como un indicador de la cohesión social, se puede concluir que en Ecuador esta es relativamente débil y frágil. Junto a Guatemala, Bolivia, Brasil y Perú forma parte de último quintil entre los países que tienen mucha o alguna confianza interpersonal en el período 2004–2019
b. Esta, como lo demuestran numerosos estudios, se asienta en el reconocimiento de igualdad de las personas y, por consiguiente, en la noción de universalidad de los derechos ciudadanos. (Guácala, derechos humanos. JIPIS)
Entonces, mi presidente sólo tiene que apretar los botones del supremacismo criollo. Allí están, solo hay que irlos construyendo. Ecuador tiene un pasado complicado cuando se trata de asumir ideologías extranjeras. No seamos ciegos al hecho. Nos encanta la violencia. Y si es a una minoría mejor.
4. Somos liberales en lo económico y conservadores en lo social. Y eso justo lo que Trump ofrece. El populismo de derecha se trata en ofrecer medidas mágicas unidas a violencia a los opositores. Ley y orden. Como se debe. Eso es el mejor escenario para nosotros, que tenemos la empatía de un orangután con metralleta (con respeto al primate vengador).
En resumen. Con azúcar, flores y muchos colores, podemos tener a Trump en Ecuador. Eso de Trump odia a los latinoamericanos es otra mentira y pelotudez que muchos se creyeron porque no despegan la vista de la TV ni un minuto. Prefieren creerle a a los medios hegemónicos progresistas que responden al globalismo en lugar de investigar bien.
El pedófilo y marioneta de Biden no puede llegar a la presidencia de Ecuador con él su globalismo tiene nombre chino y a nosotros nos pisotearán los primeros. El ecuatoriano promedio claramente apoyará a Trump, porque defiende el estilo de vida correcto y justo.
Juntos contra cualquiera, vencerNONO QUE ESO ES FRASE DE SOCIALISTAS. MAKE ECUADOR GREAT AGAIN. FAKE NEWS!
…… se dan cuenta que: a) le puedo poner el nombre del político que sea y cuela? ; b) que puedo usar cualquiera de las cosas que escribí para el político de su preferencia?. c) pero…. al final nosotros en febrero de 2021 vamos a chupar el golpe?
Amigos, no busquemos nuestro modelo de político fuera. ESO NO SIRVE. Esos animales -sentientes- suelen ser endémicos. Tienen que ser un refejo de nuestra realidad, nuestras necesidades y nuestros equilibrios sociales. Biden y Trump son una síntoma de un fenómeno que nos aqueja: radicalismo, ignorancia y barbarie. Hay que buscar respuestas claras.
O acaso quieren vivir en un país desequilibrado? Yo no. Debemos tener una larga reflexión.